Los requisitos varían entre los países y las opciones de inversión; sin embargo, la inversión en bienes raíces es la opción más popular para los inversores. Los programas de residencia por inversión requieren la compra o arrendamiento de bienes raíces internacionales, con destinos populares en la UE. Los programas de visa dorada vinculados a bienes raíces tienen la ventaja adicional de mejorar las opciones de reubicación o jubilación (o ambas), junto con los beneficios probados de la inversión en bienes raíces internacionales. Las posibles ganancias a lo largo de la vida de este tipo de inversión híbrida incluyen el valor principal del activo, los rendimientos de alquiler y el acceso global como una protección definitiva contra la volatilidad del mercado y político.

Otros requisitos de inversión para los programas incluyen bonos gubernamentales, contribuciones fiscales anuales como en el programa de Suiza, competencias lingüísticas específicas como en el programa de Austria, acciones de compañías y creación de empresas como en Portugal y España, y una prueba basada en puntos como la requerida por el programa de visa dorada de Hong Kong. La mayoría de los programas de visa dorada también incluyen un requisito de residencia, lo que significa que los nuevos residentes deben pasar cierta cantidad de tiempo en el país para mantener su estatus de residencia.